El concepto de exoesqueleto, definido como una estructura en forma de esqueleto externo que rodea, protege y sostiene el cuerpo de un organismo vivo, es más comúnmente asociado con insectos y otros artrópodos que con mamíferos. El Dr. Pablo Burgos, kinesiólogo y académico de los Departamentos de Neurociencias y Kinesiología de la Universidad de Chile, destaca esta distinción al explicar que, si bien los mamíferos no poseen naturalmente exoesqueletos, estos son una característica presente en la anatomía de los insectos.
Esta explicación resalta una diferencia fundamental entre la anatomía de los mamíferos y la de los insectos, destacando que, a diferencia de estos últimos, los mamíferos no tienen una estructura similar al exoesqueleto que les proporcione soporte externo. En cambio, los mamíferos, incluidos los humanos, dependen de un esqueleto interno, o endoesqueleto, para brindar soporte y protección a sus órganos y tejidos.
El análisis del Dr. Burgos subraya la diversidad en la anatomía y la evolución entre diferentes grupos de organismos, evidenciando cómo las adaptaciones estructurales varían según las necesidades y los entornos de vida de cada especie. Esta distinción entre los exoesqueletos de los insectos y los endoesqueletos de los mamíferos proporciona una comprensión más completa de la diversidad biológica y de las distintas estrategias evolutivas desarrolladas por los organismos a lo largo del tiempo.
Un nuevo tipo de exoesqueleto
El doctor Pablo Burgos ha presentado un enfoque innovador en el desarrollo de un exoesqueleto mediante lo que él llama «robótica basada en tendones». A diferencia de los exoesqueletos convencionales, que suelen utilizar motores separados para mover cada articulación, este nuevo diseño emplea un enfoque más eficiente y flexible.
En lugar de motorizar cada articulación individualmente, este exoesqueleto utiliza cuerdas conectadas a motores para proporcionar movimiento a los segmentos del cuerpo. Esta técnica permite reducir el peso que soporta la persona al levantar o mover los brazos, al tiempo que proporciona la capacidad de bloquear otros segmentos del exoesqueleto según sea necesario.
Este método representa una innovación significativa en el campo de los exoesqueletos, ya que ofrece una mayor versatilidad y eficiencia en comparación con los diseños tradicionales. En lugar de depender de múltiples motores para cada articulación, la robótica basada en tendones utiliza un enfoque más simplificado y adaptable, lo que podría resultar en exoesqueletos más ligeros, más cómodos y más fáciles de usar para las personas que los necesiten.
El uso de este tipo de exoesqueleto puede tener aplicaciones potenciales en una variedad de campos, desde la rehabilitación física hasta la asistencia en tareas laborales que requieran levantamiento o movimiento repetitivo de objetos pesados. Además, este enfoque innovador podría abrir nuevas posibilidades en el diseño y la fabricación de dispositivos de asistencia para personas con movilidad reducida o discapacidades físicas.
Fuente: NOVACIENCIA