En estos últimos años hubo un cambio muy drástico para todos, los más pequeños del hogar suelen ser los más afectados en esta situación. No poder asistir al colegio involucra un fundamental reto para la enseñanza inicial a distancia. Ejemplificando, los profesores y colegios tienen que rediseñar el programa de estudios con ocupaciones que promuevan oportunidades de aprendizaje centrado en el alumno y apropiado a su desarrollo, necesidades e interés. Para eso, los chicos de grado inicial no tienen que limitarse a oír una clase virtual o ser competidores pasivos de su enseñanza. Por esa razón es tan fundamental que los maestros creen diversos tipos de labores durante las semanas, teniendo continuamente presente los materiales que tienen la posibilidad de hallarse en el hogar y las restricciones del confinamiento. El cariño y las muestras de afecto son una gran parte de la enseñanza a grado inicial.
Afortunadamente, hoy los pequeños están muy familiarizados con los medios digitales, lo que promoverá su interés y curiosidad en contenidos audiovisuales de carácter educativo. Si bien las clases virtuales se dan a través de una exposición del docente, esto no implica que no exista interacción. Los padres de familia deben pedir consejos y expresar sus dudas. Hoy los maestros pueden conectarse con la familia a través de distintos medios. Al tratarse de una situación nueva, muchos padres todavía no entienden o tienen muy claro cómo se desarrollan las clases virtuales. La negatividad solo afectará la relación entre padres y docentes. Los padres, estudiantes y docentes pueden establecer de manera consensuada normas para el uso moderado, responsable y respetuoso de los medios digitales.